viernes, 8 de mayo de 2009

Deberían retumbar los vientres alguna vez GAMONEDA


Saco de la biblioteca ESTA LUZ Poesía reunida 1947-2004 de Antonio Gamoneda y encuentro marcados estos versos y una carta a lápiz en la penúltima página q me da pereza leer ,pobre quien sea ,me digo , a lápiz y con letra tan chiquitica para terminar diciendo te amo



"Es extraño que no tiemble aún como un instrumento de amor,
es extraño deducir aún amor en humedales tan ocultos, en agujeros tan equívocos que hasta los mendigos orinan sobre cualquier sospecha de fructificación.

Yo penetré en tus huesos. Más allá de mi fuerza, más allá de la posibilidad,

retumbé en tu vientre : tantos días en ti hasta que tuve miedo;

tantas horas en ti hasta que tuve miedo;
tantos días hasta que comprendí que el miedo era el alimento de mi patria,

el conductor de mi espíritu hacia una vejez en que la traición es utilizada como estiércol y la mentira trabajada hasta que hierve dentro de la boca."


¿Y debiera remarcar estos versos para contestar al anónimo subrallador? :

"¿Qué harías tú si tu memoria estuviera llena de olvido? Todas las cosas son transparentes : cesan las escrituras y cae lluvia dentro de los ojos.
Nuestros labios envejecieron en palabras incomprensibles. "

Yo solo garabateo mis libros

2 comentarios:

Marisa Peña dijo...

La memoria es tan necesaria...Gracias a ella reconstruimos el tapiz de lo que fuimos y nos reconocemos en el tiempo.No quiero olvido, es un bálsamo cruel.
Precioso post.besos enormes

norberto dijo...

Un trecho antes, la culpa es tediosa agotadora, un poco más de trecho y nos muestras la belleza que es capaz de generar la culpa. Gamoneda muestra con culpa, surge la Belleza. “Yo penetré en tus huesos. Más allá de mi fuerza, más allá de la posibilidad”. ¡Esto es currarse la culpa!
Y la culpa la tiene el desmemoriao que jodio el libro haciendo anotaciones, no te preocupes Isabelita que se lo diremos a los de la biblio. Que todos sabemos que eres una chica muy limpia y solo “garabateas” en tus libros.
Norberto
P.D: ¡hablando de libros tienes uno mío, no se me olvida!