domingo, 2 de noviembre de 2008

Xoloescuintles

Los xoloescuintles se cuentan entre los perros más antiguos del mundo. Sus orígenes se remontan a la cultura mesoamericana. De hecho lo llaman el perro azteca. Ellos los usaban para darse calor en las noches. También, creían que el xolo acompañaba el alma del difunto al descanso eterno. Por eso, los sacrificaban y enterraban junto a los muertos.
Escuché la historia en la radio de un taxi la noche del día 31 de vuelta a casa y me pareció interesante .La entrevistada explicaba la fiesta de muertos en México y como celebraban el día de difuntitos y pensé los cientos de cuentos q habría originado semejante festividad.
Sigo informándome y doy con la raza de perros antiquísimos y sin intención de ofender y puestos a elegir en un viaje tan exclusivo yo prefiero q venga mi perro, q aunque reconozco q lo del pelaje es un incordió, y los dientes, el mio si tiene todos ,a diferencia de los xolos q ni pelo, ni casi dientes, y q aunque algunos los criaran como comestibles , dudo que pudiera comer al Pinky, es mucho más bonito y menos inquietante que ese flaco y siniestro xoloescuintle.
No tuve perro hasta hace 8 años y a los viajes al más allá prefiero no embarcarme, que los mexicanos crean que los muertitos tienen un árbol que les da leche es alucinante.
Fe ,solo es cuestión de creer , que suerte tienen algunos!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Las cosas importantes ocurren siempre dentro de taxis con la radio puesta, cabinas telefónicas bajo la lluvia, soportales, locutorios, tramos de escaleras,...

Nunca en los ministerios, auditorios, desfiles, cumbres internacionales, congresos, galardones...

Las cosas importantes ocurren siempre por lo bajinis.

Besos,

Alber

Clara dijo...

Fíjate que yo estoy de acuerdo con Alber.

Un besazo

(Pero que cosa más linda Pinky).

Anónimo dijo...

En los taxis pasan cosas curiosas si, una vez me escribieron el número de teléfono en la pierna con un bolígrafo rojo,el taxista nos miraba serio por ese espejo larguísimo y rectangular de taxis .
El conductor del viernes me preguntó si había gente disfrazada por ahí y no me dio tiempo a responder: Antes, antes si se veían gentes, ahora no hay dinero ni pá trapos, gruñía .
Tenía una voz tan desagradable y un estar tan zaborrero que no le presté más atención, la radio seguía hablando de caraberas y ofrendas .7’50€ hasta el Actur