Durante el desayuno he comenzado a leer el libro de TUNUNA MERCADO, Canon de alcoba, lo encargué en la biblioteca y no sé si vino de Fraga o de Huesca .
Leo el primer relato . El libro no fue pensado como tal mientras lo escribió, dice su autora. Leo y enseguida encuentro destinatario : A Elena le encantará , tanto como a mí . Leo la segunda historia, y también encuentro a quien dedicársela .Dejo su lectura, el libro está consiguiendo lo que pretende .Decido seguir las instrucciones de lo primero leído:”Recoger todo lo esté tirado , barrer con un escobillón y pasar después una franela con algún lustrador …Sacarse los zapatos para sentir la frescura cálida del terciopelo ,. Llevar la mano derecha suavemente desde la pantorrilla hasta el muslo y acariciar, …no subir más arriba la mano ;desprenderse la blusa y dejar unos momentos los pechos al aire…”
Vuelvo al teclado para no olvidar que tengo que lavar los vaqueros que me pondré esta noche para el recital de Zuera . ¡Lástima!
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