El vendedor de embutidos ibéricos tenía acento del este y
ojos de color tormenta .El vendedor de embutidos ibéricos olía a un perfume francés
que descubrí en Las Galerías Saint Hubert de Bruselas .El
vendedor con perfume francés, como todos los perfumes ,me ayudó a colgar las
lamparitas con una cuerda y un palo para iluminar mi puesto. Sólo yo descubrí
como olía cuando nos despedimos hasta el próximo mercado .
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