miércoles, 13 de agosto de 2008

LAS ROSAS DE LA NOCHE fragamento

de MUSEO DE LA SOLEDAD ,Carlos Castán

“No sabría vivir en un sitio distinto, creo que me volvería loco del todo en uno de esos lugares sin baúles ni rincones, ni cosas inservibles que poder tirar por decenas a la puta calle en cualquier súbito arrebato de renovación, como ésos que ya por entonces empezaban a darme a veces, te acordarás sin duda, tú los llamabas ataques de futuro. Estúpidos ataques de futuro. Llenaba grandes bolsas con ropa que de repente decidía no ponerme ya más, nunca,y añadía los discos que en aquel momento creía que me estaban haciendo daño, postales, poemas, carpetas enteras de recortes y los libros que nunca debí haber comprado, y dejaba todo amontonado junto al contenedor. Esas noches me gustaba esperar al camión de la basura apoyado en el alféizar de la ventana para contemplar ese triste remedo de hogueras de San Juan, y ver como entre aquella estridencia de voces y metal se iban mezclando mis cosas con pelados de naranja y ceniza y botellas rotas.
Y así, de alguna manera, toda una imagen de mi iba alejándose al tiempo que giraba y se rompía ruidosamente a bordo del grasiento camión, lanzando los últimos alaridos de queja como un monstruo que se sabe mortalito, gemidos espeluznantes e inútiles como las promesas de venganza de un moribundo ensangrentado que es el primero que sabe ( aún en su delirio, desde ese frío polar que de repente ha estallado en sus músculos y tira ya de él hacia la nada) que no podría cumplir. Así hasta desaparecer de mi vista al final de la calle, cuando doblaba para enfilar otra, y otra, y otra, cuánta vida temblando cada noche junto a tomates podridos y envases vacíos de detergente; entre condones usados y cartones aceitosos (….)Tampoco es que dure demasiado tiempo el efecto ,ni que sea por completo milagroso, pero consigo de momento sentirme otro, quizá más fuerte y más limpio , cuando vuelve a imponerse el silencio y bajo la farola de enfrente ya no queda nada de toso que hasta hae apenas nada había sido mío , lo único verdaderamente mío, mis horas, mí música , mi vida , sólo algunos perros husmeando los restos.
La locura es terca y a menudo da vueltas sólo sobre sí misma, las pesadillas se plagian muchas veces las unas a las otras; así que carne de frenopático como eres, no te costará demasiado trabajo, me figuro, imaginarte las escenas."


1 comentario:

Miguel Ángel Yusta. dijo...

Necesito un "ataque de futuro" porque tengo el pasado cronificado...Un abrazo y buen verano.