Zabou Breitman se sienta en el coche ,el mismo lugar de hace 4 años ,aquella noche que su marido le comunicó la noticia; hoy ha tirado las cenizas al mar en compañía de sus hijos y mira nostálgica el asiento de su esposo taxista , la almohadilla relajante que su hija había regalado al padre para atenuar el dolor de espalda sigue hinchada junto al respaldo , lentamente la lleva hacia ella, retira el tape y presiona para desinflarla , cierra los ojos
e inhala el aliento de su marido .
El cine es prodigioso
1 comentario:
el cine y la vida, ¡la suerte que tenemos de poder sentir el aliento de quien queremos sin que ya este a nuetro lado! el cine la vida y el Amor.
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