domingo, 23 de mayo de 2010

Leí a Cristina la solapa del libro de FELIX J. PALMA La hormiga que quiso ser astronauta :
“Comienza la cuenta atrás. Deja por un momento a un lado la pesada carga de ese apego a la realidad que tanto te ha costado alcanzar y recuerda cuando tu primer amor era una sirena, tu mejor amigo un caballero jedi y nevaba en Sevilla en pleno verano. Cuando las preocupaciones podían extirparse con anguilas modificadas con Quimicefa, y tus amantes incluían a una pintora que era, literalmente, tu alma gemela, y a un ángel (bueno, un serafín) exiliado del Cielo. Cuando los repartidores de pizzas conspiraban para escribir tu biografía no autorizada, y una vieja grabadora trucada podía servir para recuperar y extraer sentido de las palabras dichas en una ruptura. Cuando La Muerte recorría la ciudad con una lista de víctimas que, si eras lo suficientemente rápido, podías alterar. Cuando las hormigas aspiraban a alcanzar las estrellas. ¿Lo recuerdas? ¿Sí? Ahora, ¡despierta! “


Tienes mucho apego a la realidad, le dije. Si, levanto poco los pies del suelo, me respondió; al poco le pedí q abriera al azahar LA TUMBA DE KEATS de Juan Carlos Mestre y leyó en voz alta :
“…Llámese dios a todo mago que camine sobre las aguas y sea capaz de multiplicar los peces,/Llámese también dios a la incurable música de cada hombre que levita/Y al que bajo una bombilla de cuarenta vatios multiplica por el infinito la imaginación del cero. “
Me gusta ,terminó. Luego me llamó desde un bar para enviarme los saludos de un poeta . Sentí que algo había hecho bien.

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