miércoles, 8 de septiembre de 2010

OPORTO-ZARAGOZA


Cristina me despidió desde el cristal de la zona del arco de seguridad .Puse mis objetos personales en la bandeja, dejé mi maleta y el bolso en la cinta transportadora y crucé el dispositivo; pité y la radiografía de mi maleta no le gustó a la policía .A la vez que una me cacheaba otra apartaba mi maleta a una mesa , me pidió que la abriera , lo adiviné por sus gestos y su actitud , no pq entendiera el idioma, creo q era portugués , pero hablaba tan rápido y yo estaba tan atacada que podría haber sido chino.
Miré a Cristina que seguía con la nariz pegada al cristal, le hice una señal sonriendo, diciéndole q ahora la llamaría por teléfono .No debe de ser muy grato ver las bragas de tu madre en un mostrador.
No soy ordenada, tampoco un desastre , pero no se que tiene el equipaje de regreso que nunca queda como el de ida .Mis cremas , geles etc., aunque eran del tamaño autorizado deberían haber estado en una bolsita hermética , seguían en el mismo sitio en que habían llegado y nadie rectificó pero ahora no estaban bien.
Prometo, hija mía, ordenar mejor mi maleta para que en caso de que sea expuesta al público en general no parezca de adolescente perdida .


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