lunes, 27 de diciembre de 2010

¿Escondes el pulgar ?

"El pulgar representa nuestra individualidad y la capacidad de afirmarnos en el mundo. En un nivel puramente físico, el pulgar en oposición nos separa de los animales —incluidos los monos— y nos da la capacidad de realizar tareas —como construcción, mecánica y cirugía— que las otras especies no pueden realizar. Sin este tipo de dedo, nuestra capacidad de comunicar, reparar, construir, inventar y crear se vería muy disminuida.

En un nivel psicológico, representa el poder del ego en los niveles «mortal» y «divino». Simboliza la fuerza de nuestra individualidad y nuestra capacidad de expresar los deseos, aspiraciones y talentos de la vida diaria. Sabemos que los niños pequeños tienden a ocultar los pulgares frente al mundo hasta que alcanzan un punto de desarrollo en el que se sienten más cómodos en su entorno. Los adultos, que pasan por periodos de miedo o estrés extremos, ocultan a menudo los pulgares con los otros dedos en una regresión a su vida protegida como bebés.

Cuanto más prominente sea el pulgar, mayor es la fuerza del ego. Un pulgar largo, fuerte, firme y «expresivo» revela valor, estabilidad y fuerza de voluntad. Las puntas de los dedos añaden carácter y dirección al pulgar. Una punta espatulada, por ejemplo, indica un individuo de acción que gusta de meterse en tratos comerciales, proyectos creativos y todo tipo de aventuras. Una punta cuadrada muestra que el ego se expresa probablemente en asuntos organizativos y administrativos, mientras una punta cónica favorece la capacidad artística y el deseo de crear, ya sea una escultura un programa de ordenador o una composición musical.
El pulgar fuerte y redondeado del compositor americano Aaron Copland es un buen ejemplo de cómo la voluntad juega un importante papel en la creatividad. Además de la fuerza que imparte el pulgar en general a las manos, la expresividad del pulgar se halla presente especialmente cuando el maestro dirige.
Un pulgar corto, delgado y plano generalmente revela una falta de confianza y de autoafirmación. El individuo tiende a subestimar su talento y capacidad y tiene dificultades para superar las situaciones adversas.
Mientras que un pulgar flexible revela adaptabilidad, generosidad y espontaneidad, puede ser también un signo de una escasa fuerza de voluntad. Las personas de pulgares flexibles suelen tener dificultades para seguir una dieta o tratar de ajustarse a un presupuesto. Sin embargo, un pulgar débil puede ser fortalecido por una mano firme, montes de Marte y Venus poderosos y un dedo de Júpiter largo y prominente.
En general, cuanto más larga sea la falange de la voluntad, mayor será la fuerza de aquélla y la capacidad de poner en práctica los pensamientos.

También la posición del pulgar es importante. Cuanto más alejado está de los otros dedos, mayor es el grado de valor, confianza e independencia. Los pulgares fuertes que se separan de la mano (en un ángulo de sesenta grados o más) se encuentran en muchos ejecutivos, jefes militares y otros que necesitan tomar decisiones importantes y mantenerlas.
Inversamente, un pulgar alto y cercano al resto de la mano revela una personalidad más contraída, que tiene dificultades para afirmarse, especialmente si además es corto, delgado o plano."
Publicado por Gissel Romano


dudas:
definir pulgar flexible, puntas cónicas,¿cual es la falange de la voluntad?
Es un estudio estadístico? cuestión de fe , posibilidad de error, ¿cuanto tiene de científico? Cuando tu médico te anima a beber una botella de champagne las dudas se apoderan de una

2 comentarios:

Alberto dijo...

Todo esto me confunde. Me quedo mirando a mi pulgar (el pulgar de la mano izquierda) como si mirara a un personaje de los títeres, o a un habitante de Liliput. Casi cuarenta años viviendo junto a mis pulgares (cuatro con los de los pies) y aún no habíamos sido presentados, como esos vecinos que bajan la cabeza y pasan de largo. ¿Duerme mi pulgar cuando yo duermo? ¿Sueña lo mismo que yo sueño? Cuando me hago un rasguño, ¿soy yo el herido o es él? ¿Ha deseado mi pulgar a otros pulgares, quizá los de alguna cajera del Lidl, mientras yo estaba demasiado ocupado buscando una moneda de diez céntimos? Nada he encontrado en los libros.
Mañana saldré a la calle y haré el siguiente ejercicio: borraré mentalmente a todos los viandantes, esos que arrastran sus pies hacia el trabajo, con las manos frías en los bolsillos. Les borraré a ellos y a sus abrigos, guantes, bufandas. Pero dejaré a la vista de mi imaginación sus pulgares balanceándose en el aire. Unos recogidos (¿Qué le pasará a ese pulgar?), otros enhiestos y orgullosos (serán ejecutivos o militares, pensaré).
Luego, con los ojos transparentes de mi cuerpo transparente, me quedaré mirando mi propio pulgar (esta vez, por qué no, el de la mano derecha). Y me dejaré conducir por él, allá adonde él quiera.

Isabel dijo...

Mi pulgar se cruzó un día con tu pulgar, iba de camino a una copa de vino, el mío volvía de apagar un cigarrillo ,otro día tropezaron cerca del cuello de una botella , si no les conociéramos pareciese que solo les atrae el vicio