martes, 25 de enero de 2011

Un beso, tía

Ha llegado la hora de retirarse
Estoy agradecido de todos
Tanto de los amigos complacientes
Como de los enemigos frenéticos
¡Inolvidables personajes sagrados!
Miserable de mí
Si no hubiera logrado granjearme
La antipatía casi general:
¡Salve perros felices
Que salieron a ladrarme al camino!
Me despido de ustedes
Con la mayor alegría del mundo.
Gracias, de nuevo, gracias
Reconozco que se me caen las lágrimas
Volveremos a vernos
En el mar, en la tierra donde sea.
Pórtense bien, escriban
Sigan haciendo pan
Continúen tejiendo telarañas
Les deseo toda clase de parabienes:
Entre los cucuruchos
De esos árboles que llamamos cipreses
NICANOR PARRA

Nunca he leído en un funeral, en una boda si , hace tiempo. Encontré dos poemas que decimos de despedida ,este de Nicanor Parra y otro de Virgilio Piñeda, pero mi tía no hubiera comprendido el texto y eso me parece fundamental para decir el adiós,quizás pegara más en mi entierro .He quitado el último verso , porque sí.
Yo tampoco tengo templanza para leer mañana ,ni creo que pueda alguna vez ,así que se quedará con un beso, que eso si lo entendía bien.

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