jueves, 28 de enero de 2010

BIBLIOTECA DE ESCRITORAS


Vuelvo a leer! Que gusto Dios! ¿Cómo pude vivir sin hacerlo? Bueno, tampoco estaba tan viva y el tema de nombrar a Dios solo me ocurre en momentos así, no he de preocuparme.

Leo “ odio la agonía/ el sufrimiento prepotente de los mártires/.M.Reyes ) y me relamo .Sigo: “alrededor gravitan las corbatas,/los anchos camisones de la luna,/ gravitan y se encogen las tallas del deseo/ porque crecer es ir perdiendo trajes/
J.Maturana
Ya no puedo parar :


ELL DORMIA I ELLA VETLLAVA de GEMMA GORGA

Como último visitante de un museo a punto
de cerrar
me paseo por las salas insomnes de la noche.
¿Quién querría la salida si pudiese contemplarte
como ahora yo te contemplo, dormido bajo
siete párpados
y, por primera vez, vulnerable? Reposas cerrado
en la urna del sueño , inalcanzable como el jade
más preciado de la dinastía Han. Aplasto la nariz
contra el cristal que te separa de mí, pruebo
con la lengua
su frescor ácido , dejo huellas grasientas
que te ensucian el sueño. Estoy tan cerca de
ultrapasar el limite
del agua que , si bajo las pestañas, sonará
la alarma y me llevarás ante el tribunal del oído.




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2 comentarios:

Ángel Sobreviela dijo...

Pero a veces sucede, Isabel, que cuando no paramos de leer en todos los días de la vida nos olvidamos de qué es realmente el proceso alquímico de la lectura. Hay autores que siempre nos recuerdan CÓMO SE LEE.
Me sucede siempre con Samuel Beckett, de quien he conseguido al fin una edición de 1978 a precio razonable de su novela (o lo que sea) titulada "CÓMO ES", inencontrable editorialmente por aquí:

“Más húmedo menos luces ninguna luz y los ruidos callados los ruidos queridos pretexto para especulación debí resbalar estamos en el punto más bajo es el fin ya no estamos resbalamos es la continuación”
Samuel Beckett, “CÓMO ES”

norberto dijo...

Cuando andando de visita por la irrealidad de la realidad virtual me encuentro con cosicas como esta es cuando en los ojicos me surge una luz y un fugaz destello brilla en mis colmillos. Una atávica llamada resuena en mi interior, ¡aaauhh!. ¡El umbrío bosque de los signos me rodea! Samuel, Jak, Federico, Leonardo, Lugvig, Gloria… los hermanos se congregan ante una nueva presa ¡el bosque crece! Y constato que nunca podre salir de aquí. Fuera no existe, vivimos dentro y por los signos, somos signo. Y cuando tus músculos, tus colmillos… o tu sed de sangre son especialmente notorios, saltas al siguiente complejo y te hacemos símbolo.
¡Rubia! ¡Siempre estás leyendo!
Nor