martes, 23 de marzo de 2010

carta a un cinéfilo

Querido amigo:
Fui a ver cine y me acordé de ti, también me acuerdo de ti en otras circunstancias pero especialmente ese día. La sala estaba medio llenavacía y el público que la ocupaba era en su mayoría mujeres, casi todas de pelo corto, casi ninguna teñida . Mi acompañante veía mal q yo comiera palomitas, nadie más parecía comer algo , sólo yo comía palomitas y llevaba tacones . Dirás cuanto observé y tendrás razón .
Las películas eran dirigidas por mujeres y yo buscaba en el patio de butacas tu mujer ideal, francamente, la más ideal era yo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Deambulando insomne por la red y hartito de pachotadas me he dicho, ¡vamos a ver qué hace la rubia!, el otro día me comento un amigo mío, y suyo, que tenía una tía meando en el blog. La Okariz tiene un punto. Pero a lo que voy; la epístola a Timoteo, perdón te confundí con el de Tarsso, cinéfilo, quise escribir, ¡me cachis estos actos fallidos! Pues eso de las mujeres ideales que no viste, exceptuándote, me ha recordado una frase de Ramón Gómez de la Serna en su novelita Museo de reproducciones, que dice: ¿Será que yo siempre he buscado mujeres con rostro de estatuas y lo que me atrajo de ellas fue lo que tenían de eternidad?
Pero haciendo un más extensa meditación he tenido que resignarme al constatar que las mujeres ideales son como las tormentas que pasan y no descargan, se llevan una promesa incumplida. ¡Fructífera auto-contemplación!

Quien tú ya sabes. ¿harry porter?