miércoles, 8 de octubre de 2008

Familiarmente le decimos magia

la wikipedia dice que:
Mediante el Principio de sincronicidad, C. G. Jung intenta dar cuenta a una forma de conexión entre fenómenos o situaciones de la realidad que se enlazan de manera acausal, es decir, que no presentan una ligazón causal, lineal, que responda a la tradicional lógica causa-efecto. Coloquialmente remitiría a lo que usualmente llamamos casualidades.

ejemplo clásico de sincronicidad apunta a un suceso acontecido en la vida del actor Anthony Hopkins.
Cuando éste fuera contratado para actuar en la película La mujer de Petrovka, no consiguió encontrar en ninguna librería londinense la novela de George Feifer en la que se basaba el guión. Frustrado y aburrido, se dispuso a tomar el Metro para regresar a su casa. Estaba sentado en la estación de Leicester Square cuando, de pronto, halló el libro en un banco. Se quedó tan asombrado de su buena suerte que ni siquiera reparó en las anotaciones que el volumen tenía en los márgenes. Dos años más tarde su sorpresa fue aún mayor. Al conocer al autor durante el rodaje del filme, éste le dijo que había perdido su ejemplar anotado. Dicho ejemplar era el mismo libro que Hopkins había encontrado en la estación olvidado sobre un banco.

Será a través de dos de sus escritos de 1952 como expondrá el concepto de sincronicidad:
Sincronicidad como principio de conexiones acausales, publicado junto a una monografía de Wolfgang Pauli, «La influencia de las ideas arquetípicas en las teorías científicas de Kepler», en Interpretación de la naturaleza y la psique.
Sobre sincronicidad, conferencia pronunciada en los encuentros Eranos.
En ellos establecerá que la manera en que los fenómenos se vincularían sería a través de su significado. Un típico ejemplo de sincronicidad se da cuando una persona constata que una imagen mental suya, netamente subjetiva, es reflejada, sin explicación causal, por un evento material exterior a él. En términos de Jung, sería la concordancia, en el nivel del significado, de una imagen mental con un fenómeno material que se dan simultáneamente. Por lo tanto, Jung considera que las sincronicidades son "concordancias significativas acausales". Para él, la sincronicidad es "la coincidencia de dos o más acontecimientos, no relacionados entre sí causalmente, cuyo contenido significativo es idéntico o semejante...".

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Tesoro veo que haces bien los deberes, tengo más material sobre la sincronicidad. Que si la escribimos separada (sin- cronicidad), arroja más luz y así es como el maestro confeccionaba sus términos, sumando conceptos y reelaborándolos. Arquetipo (arké - tipo, si-mismo, idibidu- ación) un genio del lenguaje. ¿cierto?

Ana dijo...

Hay quien lo llamaría también serendipia

Anónimo dijo...

Disculpa Ana, que yo recuerde la serendipia si que tiene que ver con la casualidad, la sincronicidad tiene que ver con las condiciones que crea el subconsciente y que se manifiestan de forma inexplicable. La serendipia es la forma en la cual se han encontrado casi todos los descubrimientos científicos, el caso de los Curie es uno de ellos. Es el hallazgo o el descubrimiento científico cuando se buscaba otra cosa o incluso cuando no se buscaba nada.
Vamos creo yo, pero puedo estar equivocado.
norberto

Anónimo dijo...

Pues llámenlo X señores y señoras, yo solo quería decir que cuando dos, a la vez,sienten creer en Dios, en las hadas o en Morgana es que Dios existe, pero también podemos llamarle Y.
pd: señor Tesoro , no quería arrojar lumière , ni lux,lucis,ni...
en realidad no quería ar.roja.r nada.

Se os quiere.
Isabel

Anónimo dijo...

A disculpar señora Tufetas, estoy seguro que Ana ha entendido lo que tú querías. Espero que tú entiendas lo que yo quiero, que no es corregir a nadie, nada más lejos de mi intención. Estaba compartiendo pensamiento, en mi aclaración le pregunto a Ana: ¿Isa y tú estáis hablando de lo mismo? Cuando se comparten pensamientos y sentimientos siempre, siempre se ilumina un trocito de “realdad” por eso niña: ¡mal trabajo! Has iluminado un trozo de realidad y como siempre, cuando no se pone intención nos salen las más “güenas” de nuestras acciones.
Norberto

Ana dijo...

Disculpados todos, que no me enfado y tienes razón tiene que ver con la casualidad, y es verdad que muchos descubrimientos científicos se han descubierto de esta manera, es más es una palabra de origen extranjero no aceptada ni por la rae ni incluida en el María Moliner.
Por eso dije lo de "hay quien lo llamaría serendipia".
Yo soy de las que lo llamaría "magia", sigo siendo muy infantil.
Besos...

Anónimo dijo...

Si, a mi también me gusta más, pero muchísimo más el termino magia que los otros, es con mucho más acogedor y envolvente. Pero como dice Silvio: “…pero la gente es mala y no merece… “y ser infantil lo confunde con ingenuo. ¡Es lo que tiene! Yo también soy infantil, de todo lo que hay es lo que más me gusta.
Un abrazo Ana!
Norberto